domingo, 29 de noviembre de 2020

Noche sin fin.


La luna estaba llena y lucía brillante con el reflejo del sol que ya se había ocultado, lanzando uno de sus rayos dentro de la habitación donde se encontraba. Escribía en su ordenador, palabras desordenadas que carecían de sentido alguno, pero necesitaba soltarlas en algún lugar que fuera a recordar, quien sabe en un futuro si esas palabras servirían para algo o para nada.


Era un sábado, fuera no le interesa nada más, que el reflejo de la luna que entraba en su habitación, era lo que más le gustaba de la noche, la luna, con ella jamás se sentía sola. No tenía con quien quedar ni a tomar un café, soledad lo llamaban, ella no tenía tiempo ni ganas de ponerse a conocer gente, toda la que había conocido anteriormente resulto ser un fiasco, solo le quedaba un mejor amigo, pero estaba lejos y parecía que no quería saber nada más de ella. No confiaba en nadie más que en ella misma, se lo juró después de que la última persona en la que confió le falló y le abandonó.


De repente un mensaje misterioso llegó a su móvil por Whatsapp de un móvil que no tenía registrado “ ¿Sales? Hace una noche estupenda, la luna está llena y preciosa como tú.” Diana no quería perder el tiempo en tonterías y menos en responder, así que lo eliminó y siguió releyendo las palabras aleatorias que había escrito anteriormente. Cuando volvió a llegar el mismo mensaje, que eliminó al momento sin pararse a leerlo.


Al rato volvió a llegar sin parar el mismo mensaje una y otra vez, hasta que Diana harta apagó el móvil. Cuando le empezaron a llegar notificaciones en todas sus redes sociales de un anónimo diciéndole “si no me crees, asómate”. Harta de la tontería, se levantó y se acercó a la ventana, aunque seguía pensando que era una tontería. Miró al cielo, a la luna, sí que estaba preciosa, pero ella no era tan bella, ni hermosa, ni tan siquiera era persona en ese momento, tenía ojeras, llevaba noches sin poder dormir, pasando el tiempo leyendo y escribiendo sin parar. Tenía que entregar un trabajo en una semana y no tenía ni idea de como empezar a escribirlo, así que decidió empezar por escribir palabras aleatorias sobre el tema que tenía que hablar y luego ya vería como las iría hilando, pero ese texto le estaba quitando parte de la vida y salud, días sin dormir, casi sin alimentarse y bebiendo café en cantidades industriales. Bajó la vista de la luna y miró hacia la calle, pudo ver en una esquina en la sombra la silueta de una persona, encendió el móvil que llevaba con ella y pudo leer “ves, está preciosa como tú” Diana se armó de valor y respondió con varias preguntas “¿Quién eres? ¿Cómo has conseguido este número? ¿nos conocemos?” no recibió respuesta, pero sí recibió otro mensaje “baja, miremos la luna juntos y entonces sabrás quien soy” ella replicó “no estoy en condiciones de salir a la calle, además tengo mucho trabajo por delante” el móvil sonó una vez más “si no bajas ese trabajo se quedará sin escribir y tu sin saber quien soy”.

Diana que ya se había cansado del jueguecito decidió seguirle la corriente, respondió con un simple “esta bien, ahora bajo” no se preocupaba por su vida ni por nada, en realidad estaba en un punto en su vida en que pasaba de todo, fuera lo que fuese esa persona, un asesino o un psicópata o una persona loca, le daba igual, bajó para decirle que parara de molestarla o eso mismo pensaba ella mientras bajaba muy mosqueada y confusa al mismo tiempo.


Al llegar abajo vio como la sombra se iba, echó a correr para alcanzarle, pero no pudo, desapareció. “No estoy para jueguecitos, te lo advierto si vas a estar así desaparezco y no me volverás a ver ni te volveré a hablar, seas quien seas me da igual, tengo un trabajo que realizar y tu me estás haciendo perder un valioso tiempo que podría invertir en terminarlo” “Sígueme” replicó con una voz grave la sombra. “oh tan valiente para mandar mensajitos, pero no para dar la cara, genial, vale te sigo, pero si vas a matarme puedes hacerlo ya, me da igual” “ja, ja, ja” río secamente la sombra “jamás podría matar tal belleza, como jamás podría destruir la luna” respondió esa voz, que Diana no era capaz de reconocer de nadie que conociera.


Le siguió sin rechistar sin decir nada, aunque le diera la luz, aquél cuerpo era sombra, era una persona vestida de negro de pies a la cabeza, irreconocible por Diana.

Pasaron por donde había un carrusel y éste empezó a ponerse en marcha según ella pasó, se sobresaltó porque es raro que a esas horas hubiera alguien para activarlo, pero tampoco le dio mucha más importancia. Llegó a una zona que parecía una feria, había varios tiovivos, norias, montañas rusas, pasajes del terror y saltamontes, entre otros que no fue capaz de identificar al estar apagados. La sombra seguía guiándola hasta el centro del cuando se percató que al final había una carpa gigante, de un circo que no recordaba haber visto anunciarse en ningún sitio, parada en el centro como si estuviera colocada en una diana imaginaria se encendieron unos focos que la cegaron, no podía ver nada alrededor más que luz. Cerró los ojos y dijo, “muéstrate ahora o regresaré por donde he venido” “está bien” escuchó como si las palabras fueran un suspiro de rendimiento, “aquí me tienes, ¡buh!” y no llegó a verle cuando Diana cayó al instante al suelo, dormida.


Cuando al fin volvió a despertar un rayo de sol le daba en la cara cuando se dio cuenta que ya era de día, se levantó rápidamente, aún estaba vestida, pero no tenía claro si todo fue un sueño o si fue real, así que agarró su mochila y salió corriendo de casa a repetir el mismo recorrido que hizo, o no, anoche. Repasó todo paso a paso y cuando llegó a una plaza enorme que era el mismo lugar que había el carrusel que se puso en marcha se topó con un sobre negro que recogió, abrió y leyó “sigue el camino”. Extrañada y curiosa más que asustada avanzó su camino, no había nada, ni norias, ni montañas rusas, ni pasajes del terror, ni nada que hiciera recordar que ahí hubo una feria hace nada.


Llegó al lugar donde ella recuerda que cayó dormida y había un sobre rojo, lo abrió y leyó “demasiado tarde, la luna ya no está, perdiste la ocasión” empezó a dar vueltas no entendía nada, miraba alrededor no había nadie, nada, ni el canto de un pájaro todo estaba en completo silencio y gritó “¡se que estás, asómate, por favor, necesito saber que fue real, que existes!” “y existo” replicó alguien detrás de ella, se quedó petrificada, respiró hondo, se armó de valor y se giró despacito, pareció durar una eternidad ese giro, cuando vio al que fue su alma gemela, que le abandonó por irse a un país lejano para trabajar en lo que él más deseaba, la música. Se lanzó a abrazarlo cuando todo se desvaneció con el sonido de su móvil que la despertó de un sueño profundo de horas y recibió una noticia horrible, su amigo, ese que le abandonó por irse fuera con un grupo que le contrató para actuar con ellos, con el que estaba soñando en ese momento, que estuvo a punto de abrazar hace un momento, había fallecido en un accidente. Soltó el teléfono que cayó sobre el suelo y ella se dejó caer en la cama en la que se encontraba y empezó a llorar desconsolada, era la única persona que le quedaba en el mundo, en su mundo.  

sábado, 15 de septiembre de 2018

Angustia

Arte de Gilberto Arriaza


 El tiempo pasa, todo se mueve deprisa mientras tu vida está en pausa.
 No sabes que hacer, que pensar ni como reaccionar a tanta velocidad. Te quedas solo en una esquina mirando como la vida de los demás cambia, como te dejan de lado, como sin querer te has abandonado. 

 La gente a tu alrededor envejece rápidamente; tu también, pero apenas te has dado cuenta; y ves que la vida se escapa, que todo lo que querías vivir, por culpa de tu pausada vida no se hará, que sin dinero no hay salida ni un avance tan siquiera. 

Todos piden experiencia, pero para ello necesitas empezar de cero y nadie te da una oportunidad. No sabes cual es tu don, qué se te da bien mientras todo lo que tocas y haces se destruye. Ves que todo es imposible y te quedas en un rincón solo, nada se acerca, nadie se acuerda de ti, eres un ser inmóvil en un minúsculo rincón del planeta Tierra. 

A nadie le interesa ni nadie se preocupa ni con interés ni sin interés, no tienen tiempo, El tiempo se esfuma mientras estás quieto y si das un paso te arrollarán. 

Sólo te ayudarán cuando todo esté perdido y tu ya no estés en ese olvidado rincón.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Soñando Despierto



Paralizado, viendo como todo surge a su alrededor a una velocidad de vértigo, tiene miedo de moverse, de que le arroyen en un segundo de despiste y se tope de repente con el futuro. Ese futuro que teme, ese futuro con el que sueña día sí y día también, pero no puede moverse. Tiene miedo, miedo a la realidad, a que le salga mal, a que acaben con él y no tenga donde escapar como un rayo. Rayo el que cae en ese mismo momento durante esa noche de tormenta y le despierta de que está en medio de una calle vacía soñando despierto con sus temores. Regresa a casa empapado, la tormenta le ha pillado de camino, encontrándose de frente con la soledad de cada día. Soledad, maldita sea su compañía que no te abandona en ningún momento, incluso cuando necesitas soledad de la soledad misma, ahí está machacando tu mente como un sinsentido de la vida, te hunde, te hace pequeño, se duerme entre un mar de lágrimas y empapado.

Despierta, con un rayo de sol sobre su cara, como una caricia cálida que nunca recibirá, su ropa está seca gracias a que no sabe calibrar la calefacción y esa casa es una sauna, la soledad no siempre es fría, piensa, se ríe mientras se dirige a ducharse.
Suena el teléfono, no responde, suena otra vez, no responde, vuelve a sonar, llega justo a tiempo para escuchar el comunicando de que han colgado, no vuelve a sonar.
Un café y al sofá a mirar la nada, pues no tiene televisión, es su hobby favorito, imaginar que está viendo algo donde no hay nada, mira una pared en blanco con un cuadrado negro que le recuerda, que ahí debería estar un televisor contando las mentiras diarias de cada día, le encantan las noticias que se imagina, el mundo es maravilloso cuando él está con ánimo, si está alicaído, entonces las noticias son un desastre. Se levanta y sale a la calle.

Calle, ese lugar donde la gente va de un lado a otro corriendo incluso aunque no tenga prisa por llegar a ninguna parte en concreto. Respira hondo y empieza a andar, termina delante de otra oficina de empleo, su mejor cara, se peina con las manos antes de entrar y se obliga a sonreír y a dar lo mejor de él mismo, no le aceptan, demasiado mayor y poca experiencia, esa experiencia que debes de coger desde que eres un bebé para poder cumplir las espectativas de cualquier empleo. No se rinde, está animado, va a otro lugar y a otro y a otro y así sucesivamente hasta que para y se sienta en un parque a reflexionar, tres "ya te llamaremos" ha conseguido esta vez, está en racha, antes directamente le decían "Lo sentimos, pero no es lo que estamos buscando" "necesitas más experiencia para poder impartir el puesto que queremos ocupar" o un simple "no" de un señor mayor que tiene la vida hecha y a punto de jubilarse.

Mira los columpios vacíos, los niños están en el colegio, estudiando para ser algo en la vida, como hizo él después de tres carreras distintas y ahí sigue, sin trabajo, recibiendo más negativas que las que recibe de las mujeres a las que se declara, tan acostumbrado al no que el día que oiga un sí no sabe como reaccionar.

Se levanta, sigue andando, negocio tras negocio dejando un curriculum que recogen con una mano y con la otra lo arrojan a la basura sin que él se entere, pero lo sabe, ya conoce las caras de cuando lo cogen por coger y luego no le van a hacer ni caso y acabará destruido. Le llaman al móvil, contesta, nadie al otro lado, sigue su camino.

El sol llega al completo al mediodía, se siente realizado, hoy ha madrugado mucho más que otros días, ve una librería y se queda mirando el escaparate, pero en realidad mira el interior con sus baldas llenas de libros y objetos de papelería, le encantaría tener una, pero no posee el dinero necesario y ha echado ya curriculums en todas las librerías de esa ciudad, no se atreve a depositarlos en las ciudades de alrededor, pues no sabe conducir y no sabría que hacer en un momento que necesite ir y no haya transporte. Llega un repartidor con libros nuevos, cierra los ojos y recuerda el olor a libro nuevo, ese olor que dan ganas de quedarse pegado al libro de lo bien que huele ese aroma embriagador.

Abre los ojos, está en una calle mirando una librería soñando como siempre, sigue su camino, siempre cambia su ruta por si hay algún recoveco que le quede por inspeccionar, algún lugar donde echar ese curriculum mientras imagina que alguien le dice "eres lo que buscamos, contratado, empieza el lunes" porque tiene que tener tiempo a prepararse para saber que es tener trabajo, piensa mientras anda, llega a la biblioteca municipal, hay un cartel y está cerrada. "Por falta de personal, la biblioteca permanecerá cerrada hasta próximo aviso" Se le abren los ojos tanto que parece que se le van a salir de las órbitas, lo tiene claro, ese es su sino, corre al ayuntamiento y pregunta donde debería dejar su curriculum para atender la biblioteca, la persona de información le da una hoja de solicitud al puesto, lo rellena y sabe que no debe seguir buscando, su teléfono en silencio suena, no contesta, ni nota tan siquiera que están llamando.

Regresa a casa, andando rápido como todas esas personas que ve todos los días, no tiene prisa por llegar, pero está impaciente, compra algo de comer en el camino, llega a casa, sube, se pone cómodo en el sofá y se queda mirando el teléfono, no suena, el móvil tampoco.
Pasan horas, minutos, segundos hasta que cae rendido de la emoción, duerme y sueña, como siempre ha soñado, es el dueño de la biblioteca, ordena libros, lee libros y presta libros, es mejor que cobrar por libros, los libros gratis son mejores él lo sabe, compartir sabiduría es mejor que venderla. El teléfono suena, no se despierta, vuelve a sonar, no contesta.

Se despierta, es de noche, mira el móvil ni una llamada, mira el fijo, no puede saber si le han llamado, no tiene contestador, pero piensa que se hubiese despertado. Se levanta a por un café, mientras pone el agua en el fuego, suena el teléfono, corre por la casa, se choca con la manilla de la puerta, siempre le pasa lo mismo, lo sabe, pero hoy se enfada más que nunca por eso, llegó tarde al teléfono a causa de eso, grita, maldice y se tira en el sofá, el agua suena que está hirviendo, no se acuerda del agua, solamente está desolado por no llegar a tiempo.

¡EL CAFÉ! recuerda, sale corriendo a la cocina, aún no se ha evaporado todo el agua, pero tiene que poner más agua no le da para hacer café suficiente para toda la noche, tiene pensado no dormir más hasta que le llamen. Suena el teléfono, responde, una respiración y cuelga, se queda pensativo escuchando como comunica el teléfono y se da cuenta que tiene que colgar por si le vuelven a llamar.
Pasa la noche, no hay respuesta de parte del ayuntamiento, no hay ni una sola llamada, en la noche es normal, la gente duerme, incluso él que tomó tanto café como para estar despierto un mes, pero, al contrario, duerme como un bebé.

Despierta sobresaltado, su móvil y el fijo a la vez, responde el móvil, es del ayuntamiento, quieren hacerle una entrevista personal, cuelga y el fijo deja de sonar en ese momento.
Se ducha, se cambia de ropa y sale lo más rápido posible a esa entrevista que era a la hora “cuando él pudiera”, entra con una sonrisa no obligada, sabe que es el trabajo de sus sueños, le hacen la entrevista, sabe mucho de libros y de como llevar el programa informático para darlos prestados. "No le haremos esperar más, es usted el único interesado y veo que es lo que estamos buscando, enhorabuena empieza mañana a las 8 de la mañana". Una sonrisa sincera y llena de felicidad invade su cara y se va a casa a prepararse mentalmente para el día siguiente.

Llega a casa, se sienta y sueña con su próximo trabajo conseguido, el teléfono suena, responde, esta vez hay una voz "Hola, Antonio, soy Lucía, me gustaría verte a solas, ¿puedes quedar esta noche?" se le encendió la cara y el corazón, era su amor platónico, imposible de que estuviera ocurriendo todo lo que ha soñado al mismo tiempo, no podía creerlo, ha quedado con ella.

Se viste informal, compra una rosa en el camino, se arrepiente de haberla comprado, parece un idiota con una rosa que va a dar a una chica que no sabe ni tan siquiera que es lo que quiere contarle, pero ya no hay vuelta atrás, tiene trabajo y ahora solo le falta una chica, ella es la elegida, la que eligió hace mucho, pero que no se atreve a decírselo, pero esta noche si tiene oportunidad se lo dirá. Tira la rosa a la basura.

Llega pronto, demasiado pronto, da vueltas por el lugar y ve esa librería, donde soñó despierto con el olor a libros nuevos, en una biblioteca no suele haber libros nuevos, la mayoría son donaciones así que serán libros viejos, el olor a libros viejos también es bueno,piensa, y a saber que historias habrán vivido y en qué salones habrán estado hasta llegar ahí, una brisa fría le despierta de su ensoñación, vuelve corriendo a la plaza, allí está ella, se le ilumina la sonrisa y se saludan.

Se sientan en el parque, donde estuvo reflexionando cuantos "no" había recibido, sabía que ahí, debería decírselo, pero ella empieza a llorar, su novio le maltrata, a él se le rompe el corazón, ella solo confía en él y él quiere que ella esté con él. Le ánima a denunciarle, a dejarle, ella se arma de valor, le llama y le deja, pero está temblando, se abrazan, se unen en uno. Van a la casa de él, ella está aterrorizada, pero su novio desconoce la existencia de Antonio, no puede encontrarla, sabía que hacia mucho que no se veían, ella acaba de llegar de otra ciudad huyendo de él sin el valor suficiente para plantarle cara, Antonio le da fuerza y ánimos suficientes para saber que ella es más fuerte, pero solo tiene el teléfono para hacérselo saber a su, ahora, ex.

Se sientan en el sofá y se quedan dormidos los dos abrazados, suena el despertador, Antonio tenía un trabajo nuevo y se le olvidó anunciárselo a Lucía que se entera por el sobresalto del sonido de la alarma. Ella se alegra por él, se siente cómoda y dispuesta a decirle lo que siente por él, pero esas horas no eran las más indicadas, esperaría a la noche.


Antonio empieza su primer día de trabajo, todo en silencio, leyendo libros, todos los que quiera mientras trabaja, ese trabajo era un sueño hecho realidad. Cuando ya estaba camino a casa de ese trabajo, pensando en lo afortunado que era de un día para otro, Lucía está en la casa de Antonio esperándole preparando una cena cuando recibe una inesperada visita, un hombre ha echado la puerta abajo, la ha encontrado, le ha localizado por su móvil; malditas tecnologías, imposible escapar sin que nadie se entere de dónde estás. Saca un arma y la obliga a irse con él, ella se niega y "bang" una bala sale disparada de una pistola, que se supone que no estaba cargada, que utilizaba solo para asustarla, acaba atravesando el abdomen de la mujer, "bang" escucha Antonio mientras sube con el corazón encogido en un puño lo más rápido que le dan las piernas hasta llegar a su piso, un hombre se apunta la cabeza , dice "ahora es mía para siempre", sonríe y "bang" atraviesa sus sienes y Antonio la ve, en el suelo tendida, le dice que se pondrá bien, que aguante, pero en el fondo sabe que no puede hacer nada, que no hay solución, le dice lo que nunca se ha atrevido a decirle y que ya es demasiado tarde, "te quiero, siempre te he querido, pero nunca me atreví a decírtelo" y ella en su último suspiro le dice "yo también te amo". Fundidos en un abrazo, con un charco de sangre a su alrededor, Antonio que acababa de cumplir su sueño con un trabajo perfecto y el amor de su amada, pero también su pesadilla pues está el cadáver de su amada junto a él, sin pensar coge el arma y "bang" se va con ella para pasar una eternidad a su vera en el otro lado.

miércoles, 24 de abril de 2013

La caja misteriosa / The mystery box

Era abril, el mes del mercado de antigüedades en un pequeño barrio a las afueras de Roma y, como cada año, Julia salió ilusionada esa mañana en busca de su nueva adquisición para decorar su hogar. Siempre compraba algo, el año pasado compró una lámpara victoriana y éste año parecía haber menos buena mercancía que otros años, pero Julia no pierde la esperanza nunca.

Al llegar al final de los puestos, un poco apartado vio uno dónde una anciana vendía varias cajas que parecían muy antiguas y muy bien cuidadas, en el mostrador había un cartel que ponía "cajas espirituales" Julia anonada ante la belleza de una de las cajas de madera con unos tallajes muy extraños que hacían que la caja le pareciera más hermosa que las demás, y comprendió que no podía dejarla allí así que la compró y se la llevo a casa.

Una vez en casa, pasó toda la tarde analizando sus grabados, eran una mezcla de símbolos egipcios, con rasgos mayas y a su vez letras judías. Llegó la noche y Julia se quedó adormilada en el sofá cuando empezó a escuchar una voz que le susurraba su nombre y se quedó paralizada mirando fijamente la caja. No la había abierto anteriormente, solamente analizó sus grabados, pero aún no sabía que decía exactamente, si es que decían algo esos grabados. Los susurros cada vez parecían más fuertes y no paraban de llamarla "¡Julia!" cogió la caja, cogió aire, cerró los ojos y la abrió.

Los susurros cesaron de inmediato y en la caja había una vela negra y otra blanca, ambas con unos símbolos que desconocía y una especie de sales negras. La habitación se congeló, la luz se volvió tenue y Julia miró a su alrededor sin entender nada de lo que estaba pasando. Luego volvió la calma y decidió irse a dormir por si el cansancio le estaba jugando una mala pasada.

Al día siguiente, todo fue normalidad hasta que llegó la noche, mientras dormía una fuerza invisible le tiraba de las sábanas y ésta al notar el frío tiró de ellas para taparse, pero esa misma fuerza se la volvió a quitar. Julia se despertó del todo y se quedo quieta, sentía como una mano helada tocaba su brazo como acariciándola y a los pocos segundos empezó a abrasarle, se levantó velozmente y encendió la luz, miró su brazo y vio una marca de tres arañazos en él. Dejó la luz encendida y permaneció despierta hasta que finalmente se quedó dormida.

A la mañana siguiente, decidió investigar que significaban esos arañazos en su brazo, buscó por Internet y encontró que se debía a una entidad diabólica. Buscó la caja también por Internet para saber que era realmente lo que había en su interior y lo que ocultaba, pero no la encontró por ningún lugar así que decidió pasarse por el mercado una vez más en busca de la anciana que se la vendió, hizo el recorrido tres veces y no encontró a la anciana ni a sus cajas.

Preguntó entre los dependientes de los puestos de alrededor si habían visto o si conocían a la anciana y dijeron que en todo el tiempo que llevaban allí nunca vieron a una anciana vendiendo cajas ni nada por el estilo. Julia volvió a casa y al encender la luz se fundieron todas las bombillas al mismo tiempo dejándola a oscuras totalmente, fue a por la linterna que tenía en la cocina y al encenderla se fundió también, puso la mano sobre la encimera justo donde ponía los cubiertos a secar, se cortó con un cuchillo, camino al baño para curarse tropezó y cayó haciéndose daño en un tobillo y su mirada se cruzó con la caja. Ella sabía que la caja era la culpable de todo, pero ¿Cómo? ¿Cómo una caja de madera grabada iba a poder albergar algo malévolo? 

Buscó tiendas de brujería y hechizos o cosas por el estilo y encontró una que estaba cerca de donde vivía y decidió coger la caja, llevarla allí para que la vieran y le dijeran que era exactamente. Al llegar a la tienda estaba cerrada, tenía el cartel de "Vuelvo en 5 minutos. Disculpe las molestias." Julia no podía más y cada segundo le parecía eterno, cuando abrieron entró a todo correr como apurada, como si alguien la siguiera, estaba aterrada, aún le quemaban los arañazos y le estaban empezando a salir en el otro brazo. No entendía nada.

La dependienta al ver la caja se asustó y le dijo que no la abriera nunca. "Demasiado tarde" soltó Julia sin titubear "ya la abrí y había una vela blanca, una negra y unos sales negras" la dependienta asustada le dijo que tenía que deshacerse de ella que nunca debió abrirla y que ahora estaría maldita para siempre. "Quiero que me lo explique, ¿Qué está pasando? ¿Qué tiene de malvado ésta simple caja?" la dependienta le explicó que esas cajas suelen utilizarse para encerrar a un espíritu bueno o malo dependía lo que hubiera dentro. La vela blanca era para captar su atención, la negra para atraparle y las sales si eran blancas eran para mantener el espíritu con ellos porque era un espíritu bueno, pero si las sales eran negras, era un espíritu malvado. 

Julia empezó a gritar "hay sales negras en su interior y abrí la caja, ¡abrí esa maldita caja!" la dependienta intentó tranquilizarla, pero en realidad ella también estaba asustada con miedo a que lo que fuera que haya soltado estuviera en ese momento con ella y se quedase en la tienda. Le dijo que tenía que volver a su casa, que encendiera la vela blanca, cuando la llama se tambalease encendiera la negra lo más rápido posible, cuando las dos llamas tambaleasen al mismo tiempo abriera la bolsita con las sales, cuando todo estuviera calmado cerrase la bolsita y lo metiera todo dentro de la caja. Para deshacerse de todo aquello debería quemarlo y tirar las cenizas de la caja con su contenido al mar. 

Julia tomó apuntes, su memoria no era su mejor don, llegó a la casa, había comprado anteriormente pilas para la linterna y alguna bombilla ya que la mayoría explotaron cuando se fundieron. Entró en el salón, colocó la caja sobre la mesa, encendió la chimenea para alumbrarse con el fuego. Abrió la caja por una última vez, sacó la vela blanca y la encendió, sacó la negra y esperó. Cuando la llama tambaleó cogió corriendo la negra y la encendió, ahora ambas velas estaban oscilando, sacó las bolsa con las sales y la abrió, las luces se encendían y apagaban, la habitación estaba congelada, podía ver su propio aliento, cuando todo quedó tranquilo cerró la bolsa, apagó las velas y metió todo dentro de la caja y la lanzó a la chimenea. 

Cuando el fuego se apagó, Julia, recogió todas las cenizas y las metió en un tarro. Cogió el coche, ya que el mar le quedaba un poco lejos y condujo sin parar hasta la costa, cuando llegó a un puerto ya era de noche y las luces de las farolas parpadeaban con su paso, llegó a un punto en el que no aguantaba más, abrió la tapa del tarro y las lanzó al mar. 

Al volver al coche, las luces no parpadeaban, llegó a su casa y todo estaba normal, encendió las luces y todas funcionaban, ninguna fallaba, miró sus brazos y los arañazos habían desaparecido, sólo quedaba la herida que se hizo con el cuchillo. Julia sonrió y se prometió no volver a comprar nunca más una caja en su vida.



Was April, the month of the antique market in a small suburb of Rome and, as every year, Julia came excited that morning looking for her new purchase to decorate her home. She always buys something, last year bought a Victorian lamp and this year seemed to have less good merchandise than other years, but Julia never stops looking for.

At the end of the market, She just see one section where an elderly woman was selling several boxes that looked very old and very well maintained, in the counter was a sign that said "spirit boxes" Julia was stunned at the beauty of one of the boxes wood with a very strange carvings that made the box will seem more beautiful, realized she couldn't  leave it there so bought it and took her home.

Once at home, spent all the afternoon analizing the engravings, they were a mixture of Egyptian symbols with Mayan features and in turn some Jewish letters. Night came and Julia stood sleepily on the couch when she began to hear a voice that whispered her name and stood transfixed staring at the box. She had not previously opened, only analyzed its engravings, but still did not know exactly what mean, if the engravings would mean something. The whispers seemed increasingly stronger and they kept calling her "Julia!" picked up the box, took a deep breath, closed his eyes and opened it.

The whispers ceased immediately and in the box were a black candle, a white candle, both with unknown symbol, and a kind of black salts. The room was frozen, the light grew dim and Julia looked around not understanding what was going on. After, calm returned and decided to go to sleep thinking that fatigue was playing tricks in her mind.

At the next day, everything was normal until the night came while she slept an invisible force was pulling the sheets and when she noticed the cold, pulled up them to cover her, but that same force remove it again. Julia was awake and stood still, felt like a cold hand touched her arm as stroking and within seconds began to feel burn, rose quickly and turned on the light, looked at his arm and saw a three scratch marks on it. She left the lights on and stayed awake until she finally fell asleep.

The next morning, decided to investigate that meant those scratches on his arm, she looked at Internet and found it was due to a diabolical entity. Also searched the box online to know that was really what was inside and what was hiding, but she couldn't find anything, so She decided to stop by the market once again in search of the old woman who sold it, made the route three times and she didn't found the old woman.

She asked among market sellers if they had seen or knew something about the old woman and said that in all the time that they were there had never seen an old woman selling boxes or anything like that. Julia came home and switched on the light bulbs melted all while leaving totally dark, she went for the flashlight that had in the kitchen and turn it melted too, put his hand on the counter right where she puts the silverware to dry, she cut with the knife, on way to the bathroom to heal herself she tripped and fell hurting her ankle and her eyes met the box. She knew that the box was to blame for everything, but how? How does an engraved wooden box would be able to accommodate something malicious?

She sought spells witchcraft shops or the like and found one that was close to where he lived and she decided to take the box wating that someone tell her what it was exactly. Upon arriving at the store was closed, had the sign "Back in 5 minutes. Apologize for any inconvenience." Julia couldn't stop and every second seemed eternal, when they opened and she came at full speed in a hurry, like someone was following her, She was terrified, even burning her scratches and were starting to come out on the other arm. She didn't understand anything.

The sellet at see the box was frightened and told her not to open it never. "Too late" let Julia without hesitation "and opened it and there was a white candle, one black and one black salts" scared the seller told her she had to get rid of it that should never open it now be cursed forever. "I want you explain it to me, what's happening?  What is this evil in this simple box?" the seller explained that those boxes are often used to lock up a good spirit or bad depended what was inside. The white candle was to capture the attention, the black to trap it and if you were white salts were to keep the spirit with them because it was a good spirit, but if the salts were black, it was an evil spirit.

Julia started screaming "black salt is inside and opened the box, I opened the damn box" the seller tried to reassure her, but really she was scared in fear that whatever you release out with her ​​and stay at store. She said her had to go home, to light the white candle when the flame wobble then she has to light the black stagger as fast as possible, when the two flames are wobble then she has to opening the bag with the salts, when everything was calm shut the bag and tuck it all inside the box. To get rid of everything that would burn and throw the ashes of the box with its contents into the sea.

Julia took notes, her memory was not her best talent, she came home, had previously purchased for flashlight batteries and a bulb as most exploited when melted.She enter the room, placed the box on the table, lit the fireplace for light with fire. She opened the box one last time, took the white candle and lit it, took out the black and waited. When the flame oscillated she caught running the black and lit it, the two candles were rocking now, she took the bag and opened salts, lights flashed on and off, the room was freezing,she could see her own breath, when all was quiet closed the bag, blew out the candles and put everything in the box and threw it into the fireplace.

When the fire died, Julia, collected all the ashes do not leave not one and put them in a jar. She took the car, since the sea was left a bit away and drove non-stop to the coast, when she arrived at a port it was dark and the streetlights flickered with its passage, reached a point where they could not stand more, opened the lid of the jar and threw the ashes to the sea.

Upon returning to the car the lights did not blink, came home and everything was as normal, turned on the lights and they all worked, no failed, looked at her arms and scratches were gone, only the wound that she was made ​​with the knife. Julia smiled and promised not to buy a box ever again in her life.




Anur Strigoyu

viernes, 1 de marzo de 2013

La Luz del Armario / The light of the closet

Pablo siempre compartía habitación con su hermano mayor. No había noche en la que la oscuridad de la noche le hacía creer que unas extrañas y aterradoras sombras le querían llevar con ellas al otro lado lleno de tinieblas.

Esa noche, como todas las anteriores, obligó a su hermano, Richard, revisar toda la habitación para asegurarse de que no hay nada fuera de lo normal. Alumbró el armario con una linterna para mirar todo no había nada más que ropa y otros tantos juguetes que ni tan siquiera podían mover algo sin tirar nada fuera de él; debajo de la cama estaban más que seguros que no había nada ya que eran cajones llenos de más trastos y ropa de verano, entre otras cosas; por la ventana, sí vivían en un quinto piso, pero a Pablo le aliviaba que Richard mirase por si acaso algún ser del inframundo fuera tan poderoso y listo como para poner una escalera hacia su ventana sin que nadie más en el edificio se enterase. No había nada como Richard le aseguró antes de empezar a mirarlo todo, nada, pero era la única manera de convencer a Pablo para que se fuera la cama y por él, su hermano mayor hacía cualquier cosa que le pidiera.

Aquél día tuvieron gimnasia y después partido de fútbol más juntándolo con el colegio estaban agotados así que se durmieron al instante de entrar en la cama. Durante la noche, a las 3:33 am Pablo abrió los ojos, se levantó un poco para ver la hora, miró alrededor casi con los ojos cerrados y volvió a tumbarse, siempre se despertaba a esa hora desde hacía meses, pero mientras repasaba con su mente lo que acababa de hacer se percató de que no estaba todo en orden, del armario salía una luz, una luz muy brillante, abrió los ojos del todo y cuando se acostumbraron a aquella iluminación se quedó perplejo mirando hacia la puerta de su armario. Era imposible, la linterna estaba en la mesita al lado de su cama, no podía estar en el armario, entonces, ¿Qué iluminaba aquél armario?, Pablo no sabía que hacer, no tenía el valor para levantarse, pero quería saber que pasaba, en cambio, se tapó con las sabanas y cerró los ojos fuertemente diciendo "no es real, no es real"

A la mañana siguiente, Pablo se levantó sin que le tuvieran que llamar, fue a despertar a su hermano, pero vio que no estaba "¡maldita sea, se va a comer todas las tortitas!", exclamó Pablo mientras corría a la cocina, pero allí no había nadie, ni en el salón, ni en la habitación de sus padres, su familia no estaba por ninguna parte. Cogió un paquete de galletas y se puso a ver la tele, pero tampoco había electricidad, todo empezaba a torcerse. Cogió un libro, las galletas y se sentó en el sofá. 

Pasaban las horas y nadie llegaba a casa, se percató que no escuchaba ningún ruido, todo era silencio, demasiado silencioso para ser sábado cuando todos los vecinos salen y entran alegres por el portail y la vecina siempre hacía sonar sus tacones como si no supiera que molesta a los del piso de abajo. Pero no se escuchaba nada, ni un sonido de coches, ni un sonido de voces, ni un sonido de tacones, ni perros ladrando, ni gatos maullando, nada. 

Se animó a salir a la calle solo, pocas veces lo hacía, siempre iba con su hermano o su madre o todos juntos, pero se dirigió a la tienda donde compra el pan todos los días por si sabía algo o si tenía luz, simplemente, necesitaba ver a alguien conocido que le tranquilizara y le dijera que no pasaba nada. Llegó a la tienda, pero ésta estaba cerrada, llamó a su amigo del colegio que vivía al lado, pero nadie contestó, ahí fue cuando se dio cuenta que no había ni un alma en toda la calle, los coches permanecían aparcados como los dejaron la noche anterior, estaba solo, solo en una ciudad enorme, asustado y solo.

Pablo decidió volver a casa y no salir de allí en todo el día, llegó la noche y se metió en la cama, como si nada hubiese pasado, como si al abrir los ojos volviera todo a la normalidad. Una vez dormido, se despertó como siempre a las 3:33 am abrió los ojos miró a su alrededor y ahí estaba, la luz de su armario, pero esta vez cogió la linterna y decidió acercarse allí.

Cuando se acercó la luz se hizo muy fuerte y el destello le cegó, cuando ésta cesó y pudo abrir los ojos estaba en medio de la nada dentro de un bosque, encendió la linterna que llevaba en la mano y avanzó despacito, estaba muy asustado. De repente, empezó a escuchar unas voces, eran muchas, pero entre ellas pudo distinguir las voces de su madre y su hermano. Se guió por ellas y le llevaron hasta una cabaña, allí estaban todos, toda los habitantes de la ciudad se encontraban en aquél lugar al otro lado del armario atrapados en cabañas.

De entre las sombras surgió un enorme ser maligno que lo agarró con sus garras y lo arrojó en el interior de la cabaña dónde se encontraba su familia, le contaron a Pablo que el día anterior todos fueron a mirar la luz del armario y así fue como acabaron atrapados en aquél oscuro lugar habitado con unos enormes seres oscuros y ellos, ellos eran su alimento.





Paul always shared the room with his older brother. There was no night in the darkness of the night that made ​​him believe that strange and frightening shadows wanted to take him with them on the other side full of darkness.

That night, as all previous forced his brother, Richard, check around the room to make sure there is nothing out of the ordinary. Lit the closet with a flashlight to look around there was nothing but clothes and many other toys that you could not even move something without throwing anything away from it; under the bed were more than confident that there was nothing as they were drawers full more toys and summer clothes, among other things; Paul made Richard to look for the window, yes, they lived in a fifth floor, but Richard relieved that Paul looked there just in case anything from the underworld being so powerful and clever to put a ladder up to his window without anyone else in the building would know it. There was nothing like Richard assured him before he start looking at everything, nothing, but it was the only way to convince Paul to go his bed and his older brother would do anything that he ask.

That day, they had gymnastics and a soccer game after fusing it with the school were so exhausted and they fell asleep instantly get into bed. During the night, at 3:33 am Paul opened his eyes, got up a bit to see the time, looked around with the eyes almost closed and lay back, always woke up at that time for months, but as he reviewed with his mind what he had saw he just realized that not everything was in order, from the closet came a light, a bright light, opened the eyes of all, and when his eyes got used to that lighting was perplexed looking at the door of his closet . It was impossible, the flashlight was on the table beside his bed, it could not be in the closet, then what was the light from the closet?, Paul did not know what to do, did not have the courage to stand up, but wanted to know what happened, however, he covered him with the sheets and closed his eyes tightly, saying "it's not real, is not real"

The next morning, Paul got up without having to awake him, he went to wake his brother, but saw that he wasn't at bed  "damn, he will eat all the pancakes!" exclaimed Paul as he ran to the kitchen, but there was no one in the kitchen, in the living room or in the room of his parents, his family was not anywhere. He picked up a packet of biscuits and began to watch TV, but there was no electricity, everything began to go wrong. He picked up a book, cookies and sat on the couch.

The hours passed and no one came home, he realized that was not hearing any noise, all was quiet, too quiet for a Saturday when all the neighbors come out and happy for the portail and the neighboring heels that always sounded as if she not knew that disturbs the downstairs. But Paul, not hear anything, no sound of cars, no sound of voices, no sound of heels, no dogs barking or meowing cats, nothing.

He was encouraged to go out alone, rarely did it, he always went with his brother or mother or all the family together, but he went to the store to buy bread like every day all that he wants to know is if the shopgirl knew anything or had light simply he needed to see someone known to reassure him and tell him that everything is going okay. He arrived at the store, but it was closed, he called his school friend who lived near, but nobody answered, that's when he realized that there was not a soul in the whole street, the cars remained parked as they left the last night, he was alone, alone in a huge city, frightened and alone.

Paul decided to go home and not get out of there all day, it was night and he got into the bed, as if nothing had happened, as if when to open his eyes everything is going to back to normal. Once asleep, he woke up as usual at 3:33 am, opened his eyes looked around and there it was, the light of the closet, but this time  he took the flashlight and decided to approach there.

When he approached the light became very strong and the flash blinded him, when the light turn off, he could open his eyes and he can see that he was in the middle of nowhere in a forest, lit the flashlight that he brought in his hand and he walked slowly, was very scared. Suddenly, he began to hear voices, were many, but among them he could make out the voices of his mother and brother. He was guided by them and led him to a cabin, there they all were, all the habitants of the city were in that place on the other side of the closet trapped in the cabins.

From the shadows emerged a huge evil being grabbed him with its claws and threw it inside the cabin where his family, they told Paul that the day before they all went to looking at the light of the closet and that's how them ended up trapped in that dark place inhabited by huge dark beings and they, they were their food.



Anur Strigoyu